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En TiendaCulturista ya hemos hablado en varias ocasiones de las características de los entrenamientos de alta intensidad, así como de algunas de sus variantes más conocidas. Son muchas las ventajas que ofrece esta disciplina deportiva perteneciente al fitness, sobre todo cuando se trata de los factores que rodean al ejercicio en sí mismo: precio, tiempo gastado, comodidad, etc.
No obstante, el texto de hoy pretende demostrar que, además de esos beneficios más superficiales, establecer una rutina de entrenamientos de alta intensidad (HIT, por sus siglas en inglés) que se pueden hacer en tu propia casa es tan eficaz como ir al gimnasio o entrenar en la calle cualquier otra disciplina deportiva.
Las dificultades para establecer una rutina deportiva
Si prestamos atención a las recomendaciones que se hacen desde algunos organismos –gubernamentales o no-, el tiempo que un adulto debería practicar deporte para mantenerse en un buen estado de forma y salud oscila alrededor de los 150 minutos semanales; es decir, dos horas y media. Para que un entrenamiento compute, la condición necesaria es que acelere y eleve tu ritmo cardíaco y respiratorio, por lo que no suelen contabilizar los paseos ni ir andando al trabajo.
Lo más adecuado es que este tiempo de actividad física quede repartido en tres días diferentes, con unos 50 minutos aproximadamente de entrenamiento en cada una de esas tres sesiones. Si a algunos ya os ha parecido difícil el hecho de dedicar dos horas y media cada semana específicamente a hacer deporte, esta última especificación habrá sido mucho peor, ya que obliga a sacar tiempo de tres días diferentes.
Vivimos en una época en la que los horarios de trabajo nunca son lo que parecen, sino que ocupan mucho más tiempo del establecido, por lo que el día a día de la mayoría de personas está sumido en un estrés que hace muy difícil el establecimiento de rutinas como la del entrenamiento deportivo. Esto es así porque el fitness, por ejemplo, requiere una cantidad de tiempo considerable, ya que hay que prepararse, ir al gimnasio, entrenar 50 minutos, ducharse y volver a casa.
Obviamente, una vez se ha conseguido hacer de ello un hábito, todo se hace más fácil, pero si tus horarios no te lo permiten, no te preocupes: tenemos una solución para ti.
Un estudio con sorprendentes resultados
La Universidad John Moores de Liverpool ha encabezado una investigación científica cuyo objetivo ha sido, específicamente, encontrar las diferencias entre un entrenamiento tradicional de 150 horas semanales y un entrenamiento de alta intensidad en casa de 60 minutos semanales. Los estudios se han enfocado en todo lo relativo a la efectividad del ejercicio físico para mantener un buen estado de salud y bienestar.
Los sujetos utilizados fueron 32 adultos que sufrían de obesidad, ya que así sería más sencillo observar mejorías en su estado de forma. La experimentación consistía en que cada persona realizase una de las tres variables de entrenamiento durante 12 semanas:
- Un programa supervisado de ejercicios de alta intensidad en bicicleta.
- La rutina recomendada de 150 minutos semanales de ejercicio de intensidad moderada.
- Un programa de entrenamiento de alta intensidad en casa con ejercicios simples utilizando el propio peso corporal, sin equipamiento de gimnasio.
Cada una de estas tres rutinas se dividía en tres sesiones semanales: la 1 y la 3 contaban con 20 minutos de ejercicio por sesión, mientras que la 2 se alargaba hasta 50 minutos.
Para comprobar los resultados, los investigadores observaron diversos factores como la composición corporal, el riesgo de enfermedad cardiovascular o la habilidad para regular los niveles de glucosa. Sorprendentemente, las conclusiones demostraron que el entrenamiento de alta intensidad en casa es tan efectivo como los otros dos.
Uno de los autores del estudio afirma que “esto puede mejorar la salud de incontables individuos”, ya que se elimina la gran mayoría de las barreras que podrían impedir a algunas personas su capacidad para llevar a cabo un entrenamiento adecuado. Solo se necesita reservar 20 minutos de tres días diferentes, nada más; ni desplazamiento al gimnasio, ni comprar equipamiento, ni pagar ningún tupo de cuota.