Contenido
Si estás leyendo esto, probablemente sea porque eres uno de esos amantes del fitness que tiene como objetivo aumentar su fuerza, o quizá estés empezando a interesarte por este tipo de disciplina. Sean cuales sean tus motivos para dirigir tu mirada hacia los entrenamientos de fuerza, desde TiendaCulturista queremos darte una muy buena noticia: vamos a enseñarte un circuito que podrás hacer en cualquier sitio, sin necesidad de más herramientas que tu propio cuerpo.
El fin de la monotonía en los entrenamientos de fuerza
Si bien es cierto que la fuerza es uno de los atributos que más personas quieren mejorar cuando se deciden a iniciar su andadura en el fitness, cuenta con un inconveniente que, en ocasiones, puede ser bastante molesto y aburrido. Se trata del hecho de que la gran mayoría de ejercicios de este tipo necesiten de la presencia de herramientas, como las pesas o cualquier máquina de las que se encuentran en todos los gimnasios.
La consecuencia directa que se desprende de este factor es que no puedes entrenar en otro lugar, a menos que tengas la posibilidad de montar tu propia zona fitness en tu casa, con el desembolso económico que ello conlleva.
Parece imposible poder contar con la libertad que ofrecen otras disciplinas, como el running, por ejemplo, que permite entrenar en cualquier lugar e ir cambiando de zonas para evitar caer en la monotonía. Obviamente, es mucho más sencillo mantener la motivación de esta forma, ya que siempre hay alternativas estimulantes que despiertan las ganas de seguir esforzándote día a día.
Por todo ello, lo que vamos a contaros hoy tiene una importancia enorme. Supone el fin del aburrimiento como un obstáculo propio de las disciplinas de fuerza; y es que vamos a proponer una forma de entrenar en la que solo necesitarás tu propio peso corporal, es decir, podrás realizar los ejercicios en absolutamente cualquier sitio que te apetezca.
5 ejercicios para entrenar la fuerza en cualquier lugar
Ejercicio 1. Colócate erguido y da un paso atrás con la pierna derecha, flexionando ambas rodillas hasta que queden en dos ángulos de 90 grados. Impulsa dos veces tu torso hacia arriba, sin llegar a estirar del todo las piernas, en forma de dos rebotes. Después, estira ambas piernas y toca el suelo con las manos. Para terminar, vuelve a flexionar las rodillas como al principio e impúlsate hacia arriba, esta vez dando un pequeño salto. Repite el movimiento con la otra pierna, 6 veces con cada una.
Ejercicio 2. Colócate en posición de sentadilla: las rodillas ligeramente flexionadas, los pies a la altura de las caderas y el torso inclinado hacia delante con la espalda recta, de forma que tus brazos queden estirados hacia abajo, con los puños apuntando al suelo. Haz tres pequeños rebotes hacia abajo y, aprovechando la inercia del tercero, realiza un pequeño salto estirando las piernas; cae en el suelo haciendo otra sentadilla y regresa a la posición inicial. Repite el movimiento 6 veces.
Ejercicio 3. Colócate erguido y, flexionando la cintura sin doblar la espalda ni las piernas en ningún momento, lleva tus brazos estirados hasta el suelo. Apoya las manos en el suelo y ve dando ‘pasos’ con ellas hacia delante, hasta quedar en una posición de plancha. Apoya el antebrazo derecho en el suelo, luego el izquierdo, vuelve a apoyar la mano derecha y termina apoyando también la izquierda. Da ‘pasos’ hacia detrás con las manos, siempre manteniendo la espalda y las piernas completamente estiradas, y vuelve a ponerte de pie. Repite el movimiento 6 veces.
Ejercicio 4. Colócate en posición de plancha: el torso y las piernas completamente estirados, con ambas manos apoyadas en el suelo a la altura de los hombros y los pies apoyados solo con las puntas, con una ligera separación entre ellos. Debe haber una línea recta desde las piernas hasta la cabeza. Coloca todo el peso sobre tu mano derecha, despega la izquierda del suelo y haz que apunte hacia el lado derecho del cuerpo; impulsa tres veces la mano izquierda hacia ese lugar, por debajo de tu torso, intentando llegar lo más lejos posible. Después, llévala hacia el techo mientras rotas el torso hacia tu izquierda. Vuelve a apoyarla en el suelo y repite la secuencia con la otra mano. 6 veces con cada una.
Ejercicio 5. Colócate en posición de plancha, con las manos apoyadas a la altura de los hombros y los pies apoyados solo sobre las puntas. Impúlsate con las piernas, levantando los pies del suelo y llevándolos hacia delante en un pequeño salto, para que queden apoyados lo más cerca posible de tus manos sin que las rodillas y los codos se lleguen a tocar. Regresa a la posición de plancha con otro salto y repite tres veces ese movimiento. En la tercera, aprovecha la inercia de los pies saltando hacia delante para ponerte de pie, completamente estirado. Vuelve a bajar las manos al suelo, lleva los pies atrás con un salto y repite la secuencia 6 veces.