Consejos prácticos para madres modernas

La presente guía de apoyo para la madre moderna, fue elaborada con la finalidad de brindar información básica y práctica a las madres, para un control adecuado de las situaciones donde se encuentre comprometida la salud de los niños.

Consejos para madres modernas

Ayudar a que la madre pueda distinguir cuando la situación de salud que se presenta es delicada y debe dirigirse inmediatamente a un Centro de Atención de Salud con el niño o cuando la situación de salud permite realizar medidas generales, mientras se trata de ubicar al pediatra tratante, por vía telefónica, para que oriente mejor el caso.

Antes de comenzar con los concejos específicos es importante que la madre tome en cuenta una serie de concejos generales.

Consejos Generales

Importante el control regular de su hijo con un pediatra. De esta manera los niños contarán con un médico tratante que tendrá su historia individual y con autoridad podrá orientar cualquier situación anormal que se presente.

1. Tener a la mano el teléfono de contacto de su pediatra.
2. Evitar exponer al niño a cambios bruscos de temperatura.
3. Dar a los niños alimentos supervisados por su pediatra y de acuerdo a su edad.
4. Revisar varias veces al año, la fecha de caducidad de los medicamentos.
5. Administrar medicamentos a sus niños bajo prescripción de su médico, nunca porque se lo sugieran, si tiene dudas consulte inmediatamente a su pediatra.
6. Ordenar las recetas médicas, si es posible contar con una carpeta, solo para esa función.
7. Pesar regularmente al niño.
8. Las recetas médicas organizadas en una carpeta, deberían tener un lugar asignado para ellas, para facilitar así su localización .
9. Tener siempre a mano el número telefónico de los centros dispensadores de salud mas cercanos a su casa y de las ambulancias.

Contar con un botiquín de primeros auxilios con:

• Antiespasmódicos (para cólicos abdominales ó retorcijones) en gotas pediátricas.
• Antipiréticos (para fiebre) en gotas ó supositorios.
• Supositorios de glicerina (dificultad para evacuar, evacuación difícil o poco frecuente).
• Antieméticos (para evitar el vómito) en gotas y en ampollas pediátricas.
• Descongestionante nasal (nariz tupida ó tapada): solución fisiológica en gotas.
• Suero oral (varios sobres ó frascos).
• Cremas humectantes.
• Jabón antiséptico liquido.
• Gasas esterilizadas en cuadros.
• Agua oxigenada.
• Alcohol.
• Adhesivo y curitas.
• Inyectadoras de 3 ml con aguja 23 x 1.
• Termómetro.
• Algodón.
• Tijera roma.
• Envases recolectores de heces y orina.

Ante cualquier duda consulte a su pediatra inmediatamente.

La madre moderna debe recordar que la lactancia materna es el mejor medio para alimentar a su niño. La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que se informe a la mujer embarazada y a las que acaban de dar a luz de los beneficios y de la superioridad de la lactancia de seno, sobre todo que la lactancia materna es el medio de nutrir a su bebé y de protegerlo contra enfermedades, además que le brinda ese calor afectivo materno que tanto necesita en esos tiernos meses.

La madre debería ser aconsejada sobre la manera de prepararse a la lactancia del seno y hasta que tiempo es aconsejable, al igual que la importancia de una buena nutrición materna, tanto durante el embarazo como después de dar a luz.

Debería evitarse la introducción prematura y superflua de la alimentación parcial con el biberón u otro alimento y bebida, debido a su efecto sobre la lactancia. Asimismo, debería advertirse a las madres de la dificultad de iniciar la lactancia al seno después de haber decidido no intentarla ó restablecerla luego de interrumpida.

Las madres de la mayoría de los niños de bajo peso al nacer deberían ser motivadas a extraer su leche para alimentar a sus bebés, si la alimentación directa al seno fuera imposible. Si no hay leche materna disponible o debe ser suplementada, debería ser utilizada bajo estricto control médico, una formula especial, adaptada a las necesidades nutricionales especificas de los niños de bajo peso al nacer. El uso continuo de una formula especial debe ser evaluado caso por caso, individualmente en relación con el progreso del niño y teniendo en cuenta cualquier implicación social y económica para la familia.

Habría que recordar a las madres que la leche materna no solo es el mejor alimento para el bebé sino el mas económico.

Otra cosa importante que debe saber la madre moderna es el esquema de inmunizaciones (vacunas), ya que ello garantizará que el niño reciba todas sus vacunas a tiempo.

La vacunación de los niños constituye la actividad de prevención primaria más efectiva que se conoce, habiéndose conseguido la erradicación de la viruela y la casi desaparición de muchas enfermedades infecciosas graves en los países desarrollados.

¿Qué son las vacunas? Las vacunas se elaboran con virus atenuados en su capacidad para producir enfermedad y que al ser administrada a un individuo hacen que se fabriquen anticuerpos que le permiten en el futuro defenderse contra determinadas enfermedades.

1. BCG (tuberculosis)

Solamente se utiliza dosis en el recién nacido, si es posible antes de la salida en la maternidad. No hay grandes restricciones en el peso para su aplicación. Vacunar a todo paciente VIH/SIDA: asintomático.

2. DPT (Difteria, Tétanos y Tosferina)

Puede utilizarse DTPa (acelular) en dosis de refuerzo. Las contraindicaciones absolutas para la utilización de DTP rigen de igual forma para DTPa. DT es recomendable como dosis de refuerzo a los 10 años o más. Idealmente DT. Recomendaciones especiales en la mujer embarazada, a fin de prevenir el tétanos neonatal. Para la eliminación del tétanos neonatal se administrará toxoide tetánico, dos dosis a mujeres en edad fértil (12-44) años que habiten en municipios de riesgo, más un refuerzo cada año por tres años.

3. VPO (vacuna polio oral)

Se mantendrá la utilización de polio oral, por estar el país en fase de erradicación. Se recomienda una dosis de refuerzo y apoyar las campañas de erradicación. La dosis de RN se mantendrá sólo este año.

4. Hib (Haemophilus influenzae tipo b)

Se sugiere tres dosis en menores de 1 año y mantener dosis de refuerzo hasta tener una constante y adecuada cobertura en Venezuela. Es posible que una sóla dosis entre los 15 y 18 meses, sin vacunación previa o esquemas incompletos. No se recomiendan dosis de menor concentración a las establecidas por las compañías productoras hasta tener mayores experiencias mundiales.

5. VHB (Hepatitis B)

Niños nacidos de madres HBs-Ag negativo: Deben recibir tres dosis, pudiendo colocarse la primera dosis en los dos primeros meses de vida y continuar las siguientes dosis con esquemas amplios a los 2 a 6 meses de vida y a los 6 a 15 meses de vida respectivamente. Se sugiere seguir las indicaciones de los productores en concentración de dosis e intervalos.
Niños nacidos de madres HBs-Ag positivas: mundialmente está indicado el uso de inmunoglobulina hepatitis B en las primera horas de vida. Se recomienda la utilización de la vacuna VHB en las primeras 12 horas del nacimiento y una segunda dosis en la tercera a cuarta semanas después del nacimiento; con una tercera dosis a los seis meses de edad.

La Comisión de Inmunizaciones consciente de los eminentes problemas que ocasiona la concentración de timerosal (mercurial) que contienen muchos preparados vacúnales como preservativo y antibacteriano, en especial las vacunas VHB (12,5 ug/0,5 mL) alerta a la comunidad pediátrica sobre el uso controlado de estas vacunas en menores de 2 meses, así como la promoción de campañas para que las compañías dispensadoras de vacunas, importen productos inmunogénicos libres de material mercurial, así como se está realizando en países desarrollados.

6. SRP (Sarampión, Rubéola y Parotiditis)

Se utilizarán vacunas combinadas con dosis inicial a los 12 a 15 meses de edad. Siempre debe realizarse un refuerzo con un intervalo no menor de 6 semanas. Se recomienda que dicho refuerzo se realice entre los 4 a 6 años de edad (hay elementos epidemiológicos, estratégicos y de costo que así lo sugieren). En los adolescentes sin primo-vacunación se recomiendan las dos dosis con el intervalo mencionado.

7. V V Z (antivaricela)

Se recomienda en forma universal, una dosis en niños mayores de 1 año hasta los 12 años. En mayores de 13 años se colocarán dos dosis con intervalo de 6 a 8 semanas. La entrada de nuevos inmunógenos al país podría cambiar estas recomendaciones. Su uso en pacientes inmunocomprometidos deberá seguir los elementos protocolares establecidos por la literatura mundial (AAP, Red Book, 2000. p.636).

8. VHA (Hepatitis A)

Dados los elementos epidemiológicos de nuestro país (endemicidad intermedia y alta, con brotes frecuentes. Prevalencia anti-VHA en menores de 10 años del 50%. Tasa de enfermedad de 24 por 100.000 habitantes) recomendamos su uso rutinario. Se utilizarán dos dosis a partir del primer año de vida con intervalo no menor de seis meses. Se sugiere seguir las recomendaciones específicas de acuerdo con el fabricante y el producto a utilizar.

9. Anti-fiebre amarilla

Sugerimos su uso en zonas endémicas. Niños que viajen a dichas áreas. La utilización de esta vacuna representa el recibir un Certificado Internacional Sanitario. La implementación es exclusivo del MSDS. Se recomienda una dosis después del año de edad con refuerzo cada 10 años; si fuera necesario se puede administrar después de los 9 meses de edad. Es necesario una vigilancia especial de la «urbanización» de la enfermedad, para los cambios en el esquema.