¡Hola, familia! El jueves pasado iniciamos una serie de tres textos que hoy vamos a continuar. Se trata de tres rutinas de entrenamiento específicamente pensadas y diseñadas para realizarse durante unas vacaciones. Sus dos características más especiales son la sencillez y el carácter cooperativo, ideal para compartir momentos con tu pareja, amigos o familiares incluso durante esos momentos que quieres dedicar a tu estado de forma.
Desconectar sin perder el ritmo
Ya estamos prácticamente en agosto, ese mes que para muchas personas es sinónimo de descanso y desconexión, aunque también de miedo a perder los progresos realizados durante el año en términos deportivos. Desde TiendaCulturista creemos que todos necesitamos salir de la rutina y tomarnos unas vacaciones, por mucho que nos importe nuestro físico. Sobre todo porque hay maneras de hacer que el disfrute sea compatible con un mantenimiento correcto del estado de forma.
No es necesario hacer un esfuerzo titánico, ya que lo único que se busca es activar los músculos y hacer que trabajen a una buena intensidad durante un periodo no muy largo de tiempo, que para eso estamos de vacaciones.
Además, gracias a que se trata de ejercicios que necesitan de la cooperación de otra persona, evitarás tener que alejarte de tus acompañantes mientras entrenas.
La semana pasada propusimos cuatro ejercicios específicos de fuerza; hoy, para cambiar y enfocarnos en otro aspecto, explicaremos tres ejercicios con los que trabajaréis de forma efectiva y -sobre todo- entretenida la musculatura del core.
Tres ejercicios de core entretenidos y cooperativos
Ejercicio 1. Colocaos ambos en posición de flexiones o ‘push-ups’, uno al lado del otro. El ejercicio consiste en realizar una flexión clásica y, al regresar a la posición inicial, encadenar el movimiento con una elevación de uno de los brazos, que debe estirarse al máximo con la mano apuntando hacia el cielo mientras el torso rota ligeramente hacia ese lado. Las piernas deben mantenerse en el mismo sitio. Después de aguantar la posición unos segundos, regresa a la situación inicial, haz otra flexión y encadénala con la elevación del brazo contrario.
La clave de este ejercicio es intentar mantener un ritmo conjunto, ya que así se conseguirá que el paso de la flexión a la elevación del brazo sea mucho más fluido.
Ejercicio 2. Una persona se coloca en posición de ‘push-up’, mientras que la otra está de pie detrás de ella y le sujeta los tobillos, de tal forma que haya una línea recta entre su cabeza y sus pies. En ese momento, la persona que está de pie debe ir soltando una de las piernas del otro de forma aleatoria, para que él o ella tenga que hacer fuerza con los abdominales para mantener esa pierna en vilo.
La persona que se queda de pie puede adoptar una postura de semisentadilla, y así también realizará un trabajo físico.
Ejercicio 3. Colocaos de pie, uno enfrente del otro a una distancia entre medio metro y un metro. Uno debe estirar el brazo derecho y el otro, el izquierdo, para agarraros la mano justo en el centro del espacio que os separa. Levantad el otro brazo, estirado de forma perpendicular al suelo, y realizad una serie de sentadillas. Cuando terminéis, cambiar los brazos con los que os agarráis, elevad el otro y repetid el ejercicio.