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Si preparas una cena tardía o te sientes con ganas de picar algo antes de acostarte, puede que te preguntes si hay algo de cierto en el dicho «si comes tarde, engordas».
La respuesta es breve: El momento en que comes no es tan importante como lo que comes o la cantidad que consumes. Tu cuerpo no almacena más grasa por la noche, y tu metabolismo no se ralentiza en las horas nocturnas.
Sin embargo, hay que elegir tentempiés saludables y tener en cuenta las porciones. Antes de tomar ese tentempié de medianoche, esto es lo que debes saber sobre las comidas nocturnas y el aumento de peso.
Desmontando el mito de que «comer tarde provoca un aumento de peso»
Hay una creencia muy arraigada de que comer después de cierta hora contribuye al aumento de peso, pero eso puede no ser del todo exacto.
Un estudio de 2011 comparó dos grupos de participantes. Un grupo siguió una dieta convencional para perder peso, mientras que el otro grupo consumió la mayor parte de sus carbohidratos en la cena. Los resultados sorprendentes: En el transcurso del estudio de seis meses, el grupo que comió la cena rica en carbohidratos reportó una mayor pérdida de peso y reducción de la masa de grasa corporal.
Y una investigación más reciente sugiere que el refrán «come tarde, engorda» se aplica a las grandes cantidades de comida, pero no a las comidas pequeñas compuestas por alimentos ricos en nutrientes.
Pero si se come de forma consciente, añade Maguire, comer por la noche puede tener algunos beneficios. Un tentempié rico en proteínas y carbohidratos con alto contenido en fibra antes de acostarse puede ayudar a reducir el dolor muscular inducido por el ejercicio, a evitar los retortijones de hambre por la noche y podría ayudar a controlar el azúcar en sangre.
Conclusión: Si comes por la noche, no lo hagas sin pensar. Come con propósito.
¿Funciona el horario de las comidas?
Planificar las comidas en función del momento en que el cuerpo necesita ciertos nutrientes, es decir, una nutrición programada, tiene algunos beneficios potenciales. Por ejemplo:
- Tomar un desayuno saludable puede evitar que te sientas hambriento y comas en exceso cuando llegue la hora del almuerzo.
- Un pequeño tentempié antes de entrenar con 15 ó 20 gramos de carbohidratos -como medio plátano- puede darte la energía que necesitas para entrenar.
- Unas comidas regulares a lo largo del día pueden ayudarte a mantener un metabolismo y unos niveles de energía saludables.
Para entender por qué comer a última hora de la noche no conlleva automáticamente un aumento de peso, es importante comprender cómo procesa el cuerpo las calorías.
Cuando comes, tu cuerpo trabaja duro para convertir los alimentos en la energía que necesitas para todo, desde caminar, pensar, respirar, construir músculos, perder grasa e incluso dormir. Este proceso se conoce como el efecto térmico de los alimentos, o TEF.
Las proteínas son el macronutriente más caro desde el punto de vista metabólico: durante el proceso de digestión se quema hasta el 30% de las calorías que se ingieren a partir de las proteínas. Esa es una de las principales razones por las que las proteínas (o tomar un suplemento de proteína de suero o un batido de proteínas de origen vegetal) pueden ser útiles para perder peso. Cuantas más proteínas comas, más calorías quemarás con su digestión.
Pero no hay una relación clara entre el horario de las comidas y el TEF. Así que, aunque hayas oído que comer a primera hora de la mañana haría que tu metabolismo trabajara más y quemara más calorías, la realidad es que a tu cuerpo no le importa cuándo o con qué frecuencia comes, siempre y cuando no estés añadiendo un exceso de calorías.
Así que en lugar de preguntarte cuántas comidas debes hacer al día y cuándo comerlas, céntrate en lo que comes y en si estás siendo consciente de tus porciones.
¿Debería comer por la noche?
Depende del motivo por el que comas.
Muchas personas comen por la noche por aburrimiento o por estrés o ansiedad. Tanto el comer sin pensar como el comer emocionalmente pueden convertir un tentempié nocturno en una borrachera de calorías. Además, tendemos a elegir alimentos menos saludables cuando estamos cansados.
También es importante asegurarse de que las comidas nocturnas no interfieran con tus hábitos de sueño. Las investigaciones sugieren que el consumo de carbohidratos por la noche puede facilitar el sueño. No obstante, una comida copiosa demasiado cerca de la hora de acostarse puede alterar los ciclos de sueño y provocar acidez en algunas personas.
En última instancia, esto puede obstaculizar tus objetivos de pérdida de peso. Las investigaciones sugieren que la falta de sueño puede torpedear la pérdida de peso al ralentizar el metabolismo, aumentar el apetito y disminuir el número de calorías que se queman. Y en un estudio de la Universidad de Wake Forest, los investigadores descubrieron que las personas menores de 40 años que dormían cinco horas o menos cada noche ganaban casi 2,5 veces más grasa abdominal que las que dormían entre seis y siete horas.
Así que si eres de los que comen por la noche, no pasa nada. Sólo asegúrate de que eliges alimentos saludables, te mantienes dentro de tus objetivos calóricos del día y duermes lo suficiente cada noche.