Trabajar delante de un ordenador es una tarea ya tan extendida como otros tipos de labores más tradicionales, y su crecimiento no va a detenerse de momento. Si bien es cierto que las personas que trabajan de esta forma sufren menos accidentes laborales y problemas de esa naturaleza, no hay que ignorar que el hecho de pasar muchas horas sentado no es algo positivo para el cuerpo. Llevar una vida sedentaria es el origen de diversas dolencias y desórdenes que afectan directamente a la salud.
Por ello hoy, desde TiendaCulturista, hablaremos sobre cómo evitar que tus horas de trabajo frente al ordenador tengan consecuencias negativas, tanto en tu bienestar como, principalmente, en tu forma física. Lo haremos a través de una serie de consejos, cuya aplicación servirá para que tus músculos no sufran demasiado el impacto de las malas posturas y sus consecuencias en forma de dolores y lesiones.
Lógicamente, es necesario acompañar estos buenos hábitos de una alimentación saludable y equilibrada y de la práctica de deporte de forma regular.
Las zonas esenciales: espalda y cabeza
La principal clave de todo esto tiene que ver, directamente, con la forma en que te sientas. Debido a que se trata de una posición que vas a mantener durante un largo período de tiempo, es necesario que sepas cuál es la mejor postura para evitar cualquier tipo de consecuencia negativa.
Es muy común escuchar la típica advertencia que te sugiere que te sientes “con la espalda recta”, y es una indicación positiva, pero es tan abstracta que necesita de otros muchos consejos que la complementen. Puede que haya muchas personas que mantengan su espalda completamente recta mientras cometen otra serie de errores que hacen que eso no valga para nada.
Empezando por la mencionada espalda, la mejor forma de asegurarte de que estás manteniendo una postura erguida es apoyándote en el respaldo. Es posible que, por la forma de tu silla, no estés del todo cómodo, así que puedes utilizar un cojín para darle algo más de volumen a la zona baja de la silla, en la que deben reposar tus lumbares.
Las cervicales son una de las partes del cuerpo que más perjudicada puede verse por unos malos hábitos a la hora de trabajar sentado. Para reducir este impacto, hay dos consejos esenciales. El primero de ellos es colocar la pantalla del ordenador justo a la altura de tus ojos y enfrente de ellos; así, evitarás que tu mirada tenga que enfocarse hacia arriba o hacia abajo. El segundo consejo busca el mismo objetivo, pero poniendo la atención en los hombros y la barbilla; tu cabeza y tus hombros deben estar alineados, de tal forma que tu barbilla esté mirando hacia dentro.
No hay que olvidar los brazos y las piernas
Los brazos y las piernas son los grandes olvidados cuando se habla de la postura ideal para pasar muchas horas sentado. Por ello, aquí queremos darles la importancia que merecen, porque son una parte importantísima y hay que prestarle mucha atención.
En cuanto a los brazos, debes eliminar toda la tensión que estés ejerciendo. Esto significa que el objetivo es mantenerlos relajados al máximo, y se puede lograr siguiendo unas indicaciones muy sencillas. La clave está en colocar el teclado a la misma altura a la que están tus codos, para que, cuando escribas, el brazo y el antebrazo formen un ángulo de 90 grados. Asegúrate de que tus hombros están relajados y apoya las muñecas para que queden paralelas al suelo.
Por su parte, los consejos referidos a la posición de las piernas son mucho más sencillos e intuitivos. Eliminar toda la tensión que sea posible sigue siendo el objetivo, pero en este caso solo serán necesarias dos aclaraciones: los muslos deben estar paralelos al suelo, formando 90 grados con tus caderas y tus rodillas, y los pies tienen que quedar apoyados en el suelo. Si la silla es demasiado alta, se puede acudir a la ayuda de un reposapiés.
Por último, un muy buen hábito es levantarte cada 30-40 minutos a estirar los músculos y andar un poco. De esta forma, será más fácil mantener la postura porque la irás corrigiendo cada vez que vuelvas a sentarte.
