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¡Buenos días, familia! Tenemos una buena y una mala noticia: la buena es que la Navidad ya está aquí, con toda la diversión que estas fiestas conllevan; la mala, que vamos a tener que hacer un esfuerzo extra para mantener nuestros hábitos deportivos y nuestra forma física en un estado aceptable. Sabemos que, para muchas personas, estas semanas de celebración representan uno de las épocas con mayor peligro de romper la dieta y la rutina de entrenamientos.
Si este es tu caso, desde TiendaCulturista queremos ayudarte. Para ello, hoy hablaremos sobre algunos pequeños trucos y consejos que, bien aplicados, pueden suponer una ayuda perfecta a la hora de evitar tirar por tierra todo el esfuerzo y la dedicación de los últimos meses.
Disfrutar es obligatorio
Antes de empezar con los consejos propiamente dichos, nos gustaría hacer una aclaración que, en realidad, es también un consejo: disfrutad. Las Navidades son un período del año muy bonito, y si de verdad eres de esas personas que se alegran de su llegada, intenta que las responsabilidades deportivas no te arruinen estos días tan señalados.
Esto no quiere decir que te olvides al 100% de cuidar tu cuerpo y tu alimentación, sino que te dejes llevar en los momentos en los que creas que es necesario, porque los siguientes consejos están enfocados a equilibrar esos excesos puntuales para que no supongan un gran perjuicio.
Los períodos de desconexión son obligatorios en cualquier disciplina. Por mucho que disfrutes del ejercicio físico, también necesitas ‘vacaciones’, y lo mejor de todo es que existen formas muy efectivas de que esta desconexión no sea total y arruine todo lo conseguido previamente. Así que continúa leyendo, aplica los trucos que vamos a ofrecerte y, sobre todo, disfruta al máximo de todos los eventos y reuniones que tienes por delante.
Presta atención a la diferencia consumo/gasto de calorías
Seguro que todos y todas habéis oído hablar en algún momento de vuestras vidas deportivas del famoso equilibrio consumo/gasto. Se trata de la diferencia real entre las calorías que se ingieren con la alimentación y las que se queman con el ejercicio físico; si el resultado es negativo, terminarás perdiendo peso, si es positivo, lo ganarás. Así de sencillo. Bien, pues en Navidad, esta operación cobra una importancia monumental, porque es la forma básica y, a la vez, más efectiva de controlar los excesos que se van a producir.
No es necesario obsesionarse con cuántas calorías tiene cada cosa que comemos, sino que simplemente hay que tener en cuenta que los días que tienes programado un evento especial deben ser compensados con un pequeño extra de entrenamiento.
Las opiniones de algunos expertos dicen que lo ideal es, en esos momentos antes mencionados, hacer ejercicio antes y después. De esta forma estás activando los procesos metabólicos y ayudando al organismo a que queme a un ritmo alto todo lo que se está ingiriendo. Es lógico que, en muchas ocasiones, esta planificación no será posible, pero no pasa nada; si sales de cena y no puedes entrenar justo después, intenta hacerlo al día siguiente con una intensidad extra. Recordemos que, en estas fechas, disfrutar es la prioridad.
Además de estas compensaciones, se recomienda evitar atracones innecesarios, aunque esto es un consejo para todo el año que debería anotar cualquier persona. También es importante mantener el ritmo de entrenamiento, porque con solo un par de semanas en las que se abandone la rutina, el hábito puede quedar eliminado. Si quieres evitar el sufrimiento que supone volver a establecerlo como una prioridad en el día a día, trata de entrenar 3, 4 o 5 días a la semana.
No te olvides de entrenar
Uno de los aspectos más problemáticos de la Navidad es que mucha gente viaja para reunirse con su familia. Esto implica alejarte de tu casa, de tus rutinas y de tus zonas de entrenamiento, algo que facilita peligrosamente el pensamiento de “bueno, ya cogeré el ritmo cuando vuelva”. La realidad es que existen múltiples alternativas para mantener activo tu organismo, y la mayoría no requieren nada más que ganas y un poco de fuerza de voluntad.
Salir a dar un paseo o a correr por la calle es una opción inmejorable, porque puede llevarse a cabo absolutamente en cualquier sitio y te permitirá disfrutar del ambiente navideño mientras contribuyes a mejorar tu estado de forma.
Si eres una persona friolera, no te preocupes: busca tablas de ejercicios que puedan hacerse en casa o pídele una a tu entrenador personal. Hay miles de ejemplos de entrenamiento multifuncionales para los que no se necesita más que una esterilla, y a veces ni eso. Reserva 30 minutos al día, 4 o 5 veces a la semana, y haz que tus músculos se den cuenta de que no te has olvidado de ellos.
Como habéis podido comprobar, no hay que tenerle ningún miedo a la Navidad, ya que es muy sencillo disfrutarla sin peligro de sufrir las consecuencias. Déjate llevar y, siguiendo estos consejos, desconecta sin perder el ritmo ni los buenos hábitos.