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¡Buenos días, familia! Hoy os traemos una de las últimas novedades dentro del mundo del fitness. Se trata de una nueva forma de entrenar, derivada de un aparato que a muchos os sorprenderá: el trampolín. Con este método innovador, se consiguen varias ventajas: por un lado, es ideal para todos aquellos deportistas a los que os guste variar en vuestros entrenamientos y, por el otro, se trata de una actividad en la que se reduce considerablemente el impacto en las articulaciones, que puede generar problemas de diversos tipos, mientras que se añade el factor de la inestabilidad.
Las ventajas de la innovación
La enorme variedad de entrenamientos disponibles es cada vez más grande. Si bien es cierto que, en algunas ocasiones, puede parecer que esto provoca dificultades a la hora de elegir el método ideal para cada persona, también se puede mirar por el lado bueno: cuantas más opciones existan, más probabilidades hay de encontrar el método perfecto para las necesidades y los objetivos personales.
En este caso, además, el innovador trampolín ofrece una serie de posibilidades muy diferentes a todo lo existente en el mundo del fitness. Se trata de una plataforma cuadrada y elevada del suelo por cuatro puntos de apoyo, que son cuatro patas con suspensión neumática. Es decir, está sustentada por cuatro muelles, por decirlo de forma sencilla.
Su reducido tamaño, así como la posibilidad de desmontarlo, hacen que esta herramienta de entrenamiento pueda utilizarse en muchos sitios. De hecho, puedes aprovechar para llevarla contigo a tus vacaciones de verano y no perder la forma a la vez que te diviertes entrenando de forma tan dinámica y diferente.
Poco impacto articular e inestabilidad: los dos puntos fuertes
Aunque se le da el nombre de “trampolín” para simplificar, realmente no se trata de un trampolín como tal. Para ser más exactos, podríamos decir que es un híbrido entre un step y un trampolín de los que todos conocéis.
Dicha combinación aporta otra de las grandes ventajas con las que cuenta este aparato: permite mezclar los ejercicios que se harían en un trampolín y un step, multiplicando de igual forma los beneficios de ambos, con el valor añadido que supone el hecho de eliminar gran parte del impacto que las articulaciones sufren en muchas ocasiones.
Seguro que la primera vez que os crucéis con uno de estos trampolines, vuestro reflejo va a ser ir corriendo a probarlo, saltando encima de él para comprobar su impulso, algo que no se suele hacer con ningún otro tipo de aparato de gimnasio. Esto es así porque el trampolín cuenta con un elemento de diversión muy presente al que, en este caso, se le han añadido posibilidades puramente deportivas gracias a su diseño novedoso. Se pueden realizar muchos entrenos diferentes, desde flexiones y sentadillas hasta ejercicios muy específicos de trampolín, siempre con un factor común muy valioso: esa especie de inestabilidad que obliga a los músculos a tensarse para mantener el equilibrio.
Esa inestabilidad es absolutamente clave a la hora de hablar de los beneficios propios de un entrenamiento tan diferente como este.
Pongamos un ejemplo muy sencillo para entender la importancia de este factor: imagina hacer sentadillas encima de una plataforma ligeramente elevada del suelo, que se apoya en este a través de cuatro muelles, cuya estabilidad depende solo de tu sentido del equilibrio, ya que si pones más peso en un pie que en el otro, la propia plataforma se escorará hacia ese lado. El resultado es que, además de estar ejercitando glúteos y cuádriceps con la sentadilla, todo tu cuerpo estará en tensión y trabajando para mantener el equilibrio.