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El mes de julio ha llegado y, con él, ya es evidente que estamos metidos de lleno en el verano. Esta noticia será una alegría enorme para la gran mayoría de personas, pero también es cierto que, para otras, significará que se le ha echado el tiempo encima. Si formas parte de ese grupo al que, como diríamos en España, “os ha pillado el toro” de la operación bikini, no te preocupes, el texto de hoy va a guiarte sobre cómo tienes que entrenar para centrar tus esfuerzos en la pérdida de peso.
La variedad de rutinas, circuitos, modalidades de entreno y ejercicios en general disponibles en el fitness es cada vez mayor, y está llegando a un punto en el que es posible que abrume a cualquiera que intente buscar nuevos retos que se adapten mejor a sus necesidades. Por ello, desde TiendaCulturista queremos ir trayendo, de vez en cuando, textos en los que os mostremos algunos entrenamientos especialmente indicados para ciertas metas concretas. El de hoy –como adelanta el título- distinguirá entre la eficacia que tienen los ejercicios con peso propio y con peso adicional a la hora de perder unos kilos de cara al verano.
La importancia de la paciencia para perder peso
Antes de nada hay que aclarar que, llegados a este punto del año, es imposible hacer un cambio drástico en unas pocas semanas. Los métodos que prometen ‘milagros’ de este tipo son muy agresivos para el organismo o, directamente, engañosos; así que lo primero es aceptar que, para el año que viene, es necesario prepararse con más antelación. Perder peso en esta época puede llegar a convertirse en una obsesión, pero la realidad es que la famosa operación bikini solo tiene la importancia que cada uno quiera darle.
Teniendo en cuenta todo eso, no podemos ignorar que se trata de una meta que se ponen muchas personas, sin importar en algunos casos si son aficionadas al deporte o no. Por ello, la mejor alternativa es ofrecer información que pueda utilizarse para huir de los falsos milagros antes mencionados.
Si se quiere perder peso hay que cumplir con dos condiciones absolutamente innegociables: controlar la alimentación y hacer ejercicio físico de forma asidua. Si cualquiera de estos dos factores no se respeta, la eficacia del resto del plan se verá notablemente reducida, por lo que cada uno tiene que ser consciente de sus posibilidades para adaptar a ellas sus objetivos.
En cuanto a la configuración de un entrenamiento deportivo que acompañe y potencie la alimentación equilibrada, las opciones disponibles se disparan. Nuestra intención es hablar sobre un factor muy específico: la utilización o no de peso adicional en rutinas que buscan la pérdida de peso corporal.
Combinar fuerza y cardio y utilizar el peso propio
Se pueden decir muchas cosas sobre los entrenamientos de pérdida de peso, pero quizá lo más vital es hablar sobre un fenómeno al que se suele aludir con el concepto de “disparar el metabolismo”. Como podrás intuir, el significado tiene que ver con un incremento en la velocidad o el ritmo con el que nuestro organismo metaboliza (quema, para ser más descriptivos) algunas de las sustancias presentes en él.
La mejor forma de disparar el metabolismo mediante la práctica del fitness se llama “entrenamiento de alta intensidad” o HIIT, por sus siglas en inglés. En pocas palabras, su esencia es reducir al máximo los tiempos de entrenamiento para que la intensidad a la que se hacen los ejercicios sea la más alta posible.
Dentro de esta modalidad, existe bastante coincidencia entre los entrenadores y los expertos del gremio en que lo preferible es entrenar utilizando el peso propio de cada deportista. Esto no deja fuera los aparatos de gimnasio, sino que pone como preferencia aquellas máquinas en las que se trabaje con tu peso como resistencia. La combinación preferente en estos casos es la de ejercicios de fuerza con ejercicios de cardio. Las propiedades de ambos harán que el organismo sea capaz de construir masa muscular y, a su vez, queme parte de ella junto con las grasas acumuladas, favoreciendo así la reducción en los valores del peso corporal.
Lo más importante es que, más allá de estos consejos, cada deportista debe ser capaz de encontrar los ejercicios que mejor se adapten tanto a sus necesidades como a sus capacidades. El fitness permite una alta personalización de los entrenamientos, y utilizar este factor en beneficio propio es clave.