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La sal del Himalaya es un mineral natural no manipulado que se formó gracias a depósitos marinos, de una antigüedad de 250 millones de años.
Contenido de la sal de Himalaya
Contiene los 84 oligoelementos presentes en nuestro organismo -los mismos que yacían en el “mar primitivo” que dio origen a la vida-.
Los minerales y los elementos traza están dispuestos de forma helicoidal y en consecuencia, el cuerpo los absorbe fácilmente (potasio, calcio, magnesio). Es decir, gracias a estar presentes como mineral coloidal le permite al cuerpo una mayor biodisponibilidad.
Todas las moléculas de los cristales salinos están interrelacionadas, permitiendo una vibración armónica con nuestra biología.
La sal de Himalaya es oro
También se la conoce como oro blanco, porque contiene eones de luz almacenados en ella (lo que le otorga propiedades electromagnéticas aún por esclarecer).
Los estudios demuestran que por cada gramo de sal de mesa común (tratada químicamente y desecada a temperaturas superiores a 650ºC desnaturalizando sus cristales), que nuestro sistema no puede procesar, el organismo utiliza grandes cantidades de agua celular para neutralizar el cloruro de sodio (20 veces más que con la sal natural). La sal del Himalaya es un ingrediente interesante (cuando deseamos añadir sal a los platos) dentro de una dieta sana.
Esto puede conducir a desequilibrios electrolíticos de la bioquímica corporal dificultando la actividad renal, produciendo trastornos como la retención de agua, celulitis, hipertensión arterial, reumatismo, artritis, gota, así como la acumulación de piedras en el riñón y la vesícula biliar.
Los grandes beneficios de la sal del Himalaya para la salud pueden ser:
- Regula el contenido de agua corporal.
- Equilibra el exceso de acidez en las células, especialmente en las del cerebro.
- Mejora la absorción de algunas partículas de los alimentos en el tracto intestinal.
- Ayuda a limpiar las obstrucciones de moco y flemas en los pulmones y los senos aéreos.
- Actúa como un potente antihistamínico natural que ayuda a aliviar los procesos alérgicos (congestión nasal…).
- Previene calambres musculares.
- Reafirma las estructuras del esqueleto (ayuda a la prevención de la osteoporosis).
- Interviene en la regulación del ciclo circadiano (mejora el insomnio).
- Mantiene la líbido y la potencia sexual.
- Previene la aparición de varices en las piernas.
- Regula la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca.
- Equilibra los niveles de azúcar en el organismo.
- Contribuye a la generación de energía hidroeléctrica en las células.
¿Blanca o rosa?
Una de las características más sorprendentes y beneficiosas de la sal del Himalaya es su composición, ya que contiene todos los minerales que precisa el cuerpo en su proporción adecuada.
La sal común, utilizada por la gran mayoría de la población, es un producto industrial refinado que nada tiene que ver con este otro tipo de sal natural.
La sal común y sus impurezas
En la sal común solo encontramos dos minerales: sodio y cloro. La combinación de estos dos minerales formando cloruro sódico, es lo que aporta el sabor característico a la sal. Es por ello que se eliminan el resto de minerales y oligoelementos, considerados como “impurezas” de la sal.
Por otro lado, en su procesamiento industrial, a la sal común se le añaden otras sustancias: conservantes, desapelmazantes, desecantes y blanqueadores. Incluso pueden añadirse, de forma artificial, otros minerales como yodo (sales yodadas), flúor, etc.
La sal es imprescindible para la vida pero no la sal común, que sobrecarga nuestro organismo. Existen varias opciones más saludables frente a la sal común, como la sal celta, pero la sal del Himalaya es la más estudiada y de la que se conocen mejor sus propiedades y beneficios.
Una pregunta habitual entre los consumidores de sal del Himalaya es acerca de su color.
La mayor parte de la sal del Himalaya que se comercializa es sal rosa. El color rosa es debido a la presencia de hierro (en forma de óxido de hierro), mineral que también encontramos en el cuerpo y que se utiliza con finalidades terapéuticas (en casos de anemia, etc.).
La sal del Himalaya blanca, menos común, se extrae de unos yacimientos concretos de la cordillera asiática. Dispone de todos los minerales y oligoelementos que precisa el cuerpo y únicamente dispone una proporción ligeramente inferior de óxido de hierro, por lo que su color es blanco. Esta sal es ideal para las personas más reticentes a cambiar sus hábitos y cambiar la “tóxica” sal blanca común por esta mucho más saludable.
Como los beneficios y propiedades de ambas sales de Himalaya son los mismos, no deben asaltarnos dudas ante la elección del tipo de sal que queremos comprar.
La sal del Himalaya blanca de nuestra web es de textura fina mientras que la sal del Himalaya rosa disponible es de textura extrafina. Ambas pueden utilizarse en la cocina (durante la elaboración y cocción de platos) y en la mesa (como condimento una vez acabado el plato) y nuestra elección solo debe depender del tipo de textura que más nos agrade.