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¿Cómo ha cambiado nuestra dieta?
En los últimos 40 años, los modelos alimentarios en España se han alejado de formas más tradicionales, evolucionando hacia la industrialización de dietas con menor calidad nutricional. Se amplía la oferta de semielaborados, productos semielaborados y comida rápida.
Por otro lado, debido al ritmo de vida actual, hábito de comer comida casera, tiempo de cocción prolongado (ej. guisos, caldos, guisos, etc.) y preparar comidas a partir de materias primas.
¿Qué es Ultra Proceso?
Estos son productos que tienen una larga lista de ingredientes.
- Suelen tener un alto contenido de harina refinada, azúcar, sal, grasas de bajo grado (hidrogenadas) y ricos en aditivos (conservantes, colorantes, sabores, emulsionantes, edulcorantes, etc.).
- Estos medicamentos son altos en calorías y bajos en valor nutricional.
- Sus ingredientes los hacen muy sabrosos y por lo tanto más apetecibles.
- Su uso estimula el sistema de recompensa en el cerebro, provocando una sensación de euforia.
Al igual que muchas sustancias adictivas, comer alimentos procesados extremadamente rápido provoca tolerancia porque el uso repetido debe incrementarse en cantidades para lograr el mismo efecto (respuesta placentera).
¿Por qué los consumimos?
Muchos alimentos ultra rápidos contienen potenciadores del sabor, que les dan a los consumidores un mejor sabor. MSG (E621) es uno de los potenciadores del sabor más utilizados en la industria alimentaria. Resalta el típico sabor umami de la cocina japonesa. Este fortificante a menudo se agrega a papas fritas, concentrados de caldo, salsas, comidas preparadas y más.
Uno de los grupos de ingredientes más comunes en los alimentos ultraprocesados son los edulcorantes. Hay muchos tipos de edulcorantes, desde azúcares añadidos hasta edulcorantes artificiales sin calorías como la sacarina, el aspartamo y los polialcoholes (xilitol, eritritol, manitol, sorbitol, etc.).
Este último se encuentra comúnmente en dulces, chicles, chocolate, galletas, helados y la mayoría de los productos etiquetados como «sin azúcar», «suave», «no» o «dietético». La dulzura de un edulcorante altera el sabor al aumentar el umbral de dulzura. Por otro lado, la composición de los alimentos altamente procesados suele ser muy pobre en vitaminas, minerales y fibra, a diferencia de las frutas y verduras.
¿Por qué son malos para nuestra salud?
Comer alimentos altamente procesados está relacionado con muchas enfermedades. Algunos de los más populares incluyen:
- Enfermedades relacionadas con el corazón. En un estudio de 8 años, se observó que los participantes cuyas dietas eran ricas en alimentos altamente procesados tenían un mayor riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.
- Grueso. El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados se asocia con un aumento de la grasa corporal.
- Diabetes tipo 2. La resistencia a la insulina se debe principalmente al consumo regular de azúcar y/o harinas refinadas, lo que aumenta los niveles de insulina.
- Varios tipos de cáncer se han relacionado con un mayor consumo de alimentos altamente procesados, en particular el cáncer de colon y de mama. Otros: hipertensión arterial, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
- El consumo de alimentos altamente procesados también afecta el microbioma intestinal. Cuanto más se consumen estos alimentos, menor es la diversidad microbiana y más fácil es que se multipliquen las bacterias dañinas.
Cabe señalar que todos los daños anteriores ocurren con el uso regular y prolongado de este tipo de productos, no con el uso ocasional.
¿Qué comer para tener una dieta saludable?
La dieta mediterránea es un patrón dietético en los países con más olivos, como Grecia, Creta y el sur de Italia.
Caracterizado por:
- Utilizar regularmente aceite de oliva, preferentemente aceite de oliva virgen extra, tanto en la cocina como en las salsas.
- Coma muchas frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Consumo moderado de pescado.
- Coma con moderación carnes blancas como pollo, productos lácteos (preferiblemente fermentados), huevos y alcohol (principalmente vino tinto con las comidas). Coma menos carnes rojas, alimentos procesados y refinados.
- Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado los efectos preventivos de la dieta mediterránea sobre diversas enfermedades, así como la relación entre la adherencia a esta dieta y la esperanza de vida.